Eran aproximadamente las 3:00 de la tarde y estaba yo trabajando, cuando sonó mi celular. Era el Chino Saito diciéndome para jugar una pichanga con sus patas contra el equipo del loco Roda y Vitalino, lo que significaba para ellos un partido de entrenamiento para el campeonato que se viene en la Universidad. "Llama a alguien de Chupentus, un medio, para completar el equipo", me dijo. Luis Germán fue mi primera opción y, luego de insistir muchas veces a sus celulares, conseguí despertarlo, le expuse la idea y aceptó. Pasó la tarde tranquila y estaba yo camino a la Universidad, al rededor de las 7:00 de la noche, cuando el Chino me volvió a llamar para conseguir arquero. "Ok, çonvenceré al Tortul" le dije, sabiendo que iba a poner mil excusas y estando conciente de su necedad. Luego de una breve discusión, lo convencí y completamos el equipo, que pasó de ser un equipo del Chino con representantes de Chupentus, a ser Chupentus con un par de jales.
El partido era a las 10:00 de la noche en Caminos del Inca y llegamos a tiempo para bromear un rato antes de empezar. La cancha estaba resbalosa, lo que dificultaba gambetear o ganar en velocidad por el peligro de resbalarse y lesionarse, por lo que el toque al ras del suelo primó en Chupentus y amigos. Un amigo del Chino, llamémoslo Broder ya que no recordamos su nombre, jugó junto a mí, Iván, en la defensa. En el medio se pararon Luis Germán con Jean Pierre, el otro amigo del Chino, dejando a éste como único hombre en punta. El tortul, quien dijo que deberían pagarle por jugar partidos contra su voluntad, se paró bajo los tres palos.
El juego dinámico y ordenado de Chupentus, con rotaciones perfectas que parecían ensayadas para una coreografía y que fueron la inspiración para el título de la nota, dio frutos rápidamente y nos disparamos en el marcador sin mayores inconvenientes. El rival nunca se encontró y cuando pudo tocar, se chocó contra la defensa que tuvo una actuación destacada en esta noche de martes. El Tortul desvió un zapatazo esquinado con una gran reacción que, sinceramente, no veía en él desde hace tiempo, lo que nos dejó a todos gratamente sorprendidos y definitivamente creo que le dará mayor confianza para afrontar el campeonato que se nos viene.
Como ustedes saben, queridos lectores, a su cronista favorito no le gusta tirarse flores luego de una buena actuación, pero hay veces, como hoy, en las que hay que saber reconocerse, siempre parado desde la humildad, cuando se hace algo especialmente bueno. Emulando al loco Vargas contra Argentina, Iván (mejor lo pongo en tercera persona) corrió por toda la banda izquierda ante la presión de un rival, quien, al igual que Burdisso, no pudo frenarlo a pesar de jalones y manotazos, para llegar hasta la línea de fondo para descargar la pelota al Chino Saito, quien disfrazándose de Cholo Fano, no hizo más que puntear el balón para marcar un gol más, uno de los 11 Chupentus versus los 3 del rival.
El triunfo nos deja un buen sabor, nos fuimos todos contentos a nuestras casas. Sin embargo, me queda la preocupación para lo que puede ser el partido del campeonato del sábado, ya que Luis Germán se sintió (ya no sé de qué parte del cuerpo :P) y el Chino probablemente no pueda por trabajo. Por lo pronto, es bastante probable que este jueves el partido contra Los BCP se cancele para ciudar a los muchachos.
Sobre el campeonato, los rivales del grupo, las expectativas del equipo, jugadores, alineación titular y demás detalles, no se pierdan La Previa, la próxima nota de ésta, la esquina naranja.
El partido era a las 10:00 de la noche en Caminos del Inca y llegamos a tiempo para bromear un rato antes de empezar. La cancha estaba resbalosa, lo que dificultaba gambetear o ganar en velocidad por el peligro de resbalarse y lesionarse, por lo que el toque al ras del suelo primó en Chupentus y amigos. Un amigo del Chino, llamémoslo Broder ya que no recordamos su nombre, jugó junto a mí, Iván, en la defensa. En el medio se pararon Luis Germán con Jean Pierre, el otro amigo del Chino, dejando a éste como único hombre en punta. El tortul, quien dijo que deberían pagarle por jugar partidos contra su voluntad, se paró bajo los tres palos.
El juego dinámico y ordenado de Chupentus, con rotaciones perfectas que parecían ensayadas para una coreografía y que fueron la inspiración para el título de la nota, dio frutos rápidamente y nos disparamos en el marcador sin mayores inconvenientes. El rival nunca se encontró y cuando pudo tocar, se chocó contra la defensa que tuvo una actuación destacada en esta noche de martes. El Tortul desvió un zapatazo esquinado con una gran reacción que, sinceramente, no veía en él desde hace tiempo, lo que nos dejó a todos gratamente sorprendidos y definitivamente creo que le dará mayor confianza para afrontar el campeonato que se nos viene.
Como ustedes saben, queridos lectores, a su cronista favorito no le gusta tirarse flores luego de una buena actuación, pero hay veces, como hoy, en las que hay que saber reconocerse, siempre parado desde la humildad, cuando se hace algo especialmente bueno. Emulando al loco Vargas contra Argentina, Iván (mejor lo pongo en tercera persona) corrió por toda la banda izquierda ante la presión de un rival, quien, al igual que Burdisso, no pudo frenarlo a pesar de jalones y manotazos, para llegar hasta la línea de fondo para descargar la pelota al Chino Saito, quien disfrazándose de Cholo Fano, no hizo más que puntear el balón para marcar un gol más, uno de los 11 Chupentus versus los 3 del rival.
El triunfo nos deja un buen sabor, nos fuimos todos contentos a nuestras casas. Sin embargo, me queda la preocupación para lo que puede ser el partido del campeonato del sábado, ya que Luis Germán se sintió (ya no sé de qué parte del cuerpo :P) y el Chino probablemente no pueda por trabajo. Por lo pronto, es bastante probable que este jueves el partido contra Los BCP se cancele para ciudar a los muchachos.
Sobre el campeonato, los rivales del grupo, las expectativas del equipo, jugadores, alineación titular y demás detalles, no se pierdan La Previa, la próxima nota de ésta, la esquina naranja.
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